El lenguaje es un sistema convencional de significación. Es un sistema porque obedece a ciertas reglas y principios básicos; es convencional, es decir, compartido, en la medida en que las personas nos ponemos de acuerdo para usar un mismo código y transformar la realidad.
Los lenguajes están conformados por unidades mínimas de significación llamados signos. El misterio profundo de estos signos es que son unidades auto referentes, es decir, que el signo carece de significado salvo cuando se interrelaciona con otros signos. Por ejemplo, la letra "a" no significa nada pero si la junto con otros signos como la "m,o,r", nos dan la palabra "amor". Sumo partes que no significan nada y me arrojan algo que puede significar todo.
Los lenguajes tiene una característica muy peculiar: están formados por elementos limitados sin embargo nos ofrecen resultados ilimitados. Es un sistema que puede producir significaciones nuevas, con palabras y términos que amparan conceptos e ideas.
La importancia de los lenguajes es que con ellos conferimos significados a nuestras experiencias y nos conforman como sujetos. Describimos la realidad objetiva a partir nuestra capacidad para descifrar los múltiples lenguajes que coexisten en la vida. Así, hay lenguajes para el arte, la pintura, la música, las matemáticas, la arquitectura; hay lenguajes sexuales, emocionales, intelectuales, instintivos, motrices. Existen tantos lenguajes como estrellas en el firmamento.
La Geometría Sagrada es un lenguaje. Es el lenguaje que utiliza el Absoluto, Dios, Totalidad (o como gustes llamarle) para cifrar y descifrar la vida y la muerte, la expansión y la contracción del universo y todas sus manifestaciones. Es un lenguaje matemático sustentado en tres números irracionales: pi, phi y euler.
En Psicogeometria estudiamos este lenguaje de la Geometría Sagrada y lo vinculamos con los diferentes aspectos del ser humano: sexual, instintivo, motriz, emocional, intelectual, integrando esta subjetividad con la objetividad material por medio de la arquitectura, el arte, el diseño, la música, la naturaleza, etc.
El lenguaje codifica un universo, de tal forma que solo tendrán acceso aquellos "iniciados" que tengan los códigos para descifrar los signos que están inscritos en esa realidad y que sean capaces de derivar un significado correcto de esa porción de la realidad.
Recordemos la definición de lo sagrado: fractal autorecurrente. Los lenguajes son considerados sagrados cuando los signos que los integran derivan de estructuras geométricas auto recurrentes o auto sustentables. Tal es el caso de los signos del lenguaje hebreo que se originan de la sombra de una espiral dorada inscrita en un tetraedro.
Los signos de los lenguajes sagrados son codificadores y nos muestran el camino de regreso a casa, al punto cero. Desde la circunferencia de un toroide hacia el centro del mismo, hacia el punto cero.
Surgen así, cinco lenguajes sagrados: hebreo, chino, egipcio, tibetano e hindú.
"El alfabeto de los Ángeles esta inscrito dentro de la implosión de un anillo: el ADN. Las letras son elementos alfabéticos de simetría en el Anillo (toroide), algunas series de alfabetos de simetría hacen operaciones de compresión de espiral, que es la llave para volver al ADN un anillo implosivo. Una vez que el grial del fractal del ADN se vuelve naturalmente un compresor de carga para fabricar gravedad usando las ondas de capacitancia fractalmente implosivas, entonces el papel de las razas en el nacimiento de las estrellas puede ser comprendido por la física"
En el Señor del Anillo las simetrías de letras encontradas en el anillo quemadas por la espiral de la dona toroide, indican los ángulos de inclinación (que hacen el alfabeto) para escurrir los codones del ADN angularmente en la recursion. Literalmente, un anillo toroide de ADN se convierte en el mecanismo de conciencia magnéticamente implosivo que crea gravedad para habitar y doblar las estrellas.... la comunidad del anillo es la comunión sagrada que implota en el ADN y actúa morfológicamente vinculando en el centro todos aquellos que unen su centro como un tejido de luz auto similar en el ADN.
"... las veintidós letras del alfabeto descendidas de la corona de Dios que fueron grabadas con una pluma de fuego en llamas. Ellas se reunieron en torno a Dios y una tras otra habló, cada una, que el mundo sería creado a través de el..." de El Zohar, el Libro del Esplendor por Moisés de León, Siglo XIII
Las formas "flamantes" de las letras del alfabeto hebreo forman un conjunto de vistas de simetría del único camino para las ondas que se mueven del Cosmos (orden) hacia el "punto cero", formando el corazón de toda la vida y la materia. Aquí esta una única presentación de la forma de la letra-flamante en 3D interactivo.
"Caminando" por la letra-flamante, mientras vemos hacia el centro, vemos una secuencia de las siguientes formas conforme el punto de vista cambia:
Estas son las letras de la primera palabra del génesis: BEREASHITH (de izquierda a derecha), que significa "primero, en principio", popularmente traducido como "en el Principio".
Imagen: BEREASHIT (la primer palabra en el Génesis) "en el principio" o más correctamente "primero en el principio". Aquí, empezando desde el exterior de la dona y caminando hacia el interior (girándonos de dentro hacia fuera) lo que vemos si miramos justo al centro desde nuestros pies, cuando la cuerda cambia los puntos de vista, SON las letras de la primera palabra del Génesis¡ BEREASHIT: Primero en el principio. El comienzo del principio de la "cosificación" ES el principio del doblamiento o del giro de dentro hacia fuera.
Autor del documento: Arturo Ponce de León
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