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viernes, 10 de junio de 2011

Avalokiteshvara, el buda de la compasión

Tara Verde, Buda femenina, madre de todos los Budas: es la que ayuda a alcanzar la otra orilla y que nació de una lágrima vertida por Avalokiteshvara, el buda de la compasión, del cual ella es una emanación. Hay 21 manifestaciones de Tara.

OM TARE TUTARE TURE SOHA

El Mantra de la Compasión, OM MANI PADME HUM, los tibetanos lo pronuncian ¨Om Mani Peme Hung¨. Encarna la compasión y la bendición de todos los Budas y Bodhisattvas, e invoca en especial la bendición de Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión, su mantra se considera la esencia de la compasión de Buda hacia todos los seres. Avalokiteshvara es el buda más importante para el pueblo tibetano, y la deidad karmita del Tíbet.

 

Según un dicho muy conocido, el buda de compasión llegó a grabarse tanto en la conciencia tibetana que cualquier chiquillo que supiera pronunciar la palabra ¨madre¨ también sabía recitar el mantra Om Mani Padme Hum.

La Enseñanza de su Significado y el Uso según la Tradición Tibetana
Las enseñanzas explican que cada una de las seis sílabas que componen el mantra, OM MA NI PAD ME HUM, tiene una virtud especifica y poderosa para provocar la trasformación en distintos aspectos de nuestro ser. Las seis sílabas purifican completamente las seis ponzoñosas emociones negativas, que son manifestación de la ignorancia y que nos hacen obrar de un modo negativo con el cuerpo, el habla y la mente, creando así el sámsara y el sufrimiento que en él experimentamos. Por mediación del mantra, el orgullo, los celos, el deseo, la ignorancia, la codicia y la ira se trasforma en su verdadera naturaleza, la sabiduría de las seis familias de budas que se manifiestan en la mente iluminada.
Así pues cuando pronunciamos el mantra Om Mani Padme Hum, se purifican las emociones negativas que son la causa de los seis reinos del sámsara. Es así como la recitación de las seis sílabas evita el renacimiento en los seis reinos y disipa además el sufrimiento inherente a cada uno de ellos. Al mismo tiempo, recitar Om Mani Padme Hum purifica por completo los agregados del yo, los escandas, y perfecciona las seis clases de acción trascendental del corazón de la mente iluminada, las paramitas de generosidad, la conducta armoniosa, la paciencia, el entusiasmo, la concentración y la sabiduría. Se dice también que Om Mani Padme Hum confiere una poderosa protección contra toda clase de influencias negativas y contra las distintas formas de enfermedad.
A menudo se le añade al mantra la sílaba HRIH, la sílaba semilla de Avalokiteshvara, de modo que se convierte en OM MANI PADME HUM HRIH. HRIH es la esencia de la compasión de todos los budas, es el catalizador que activa la compasión de los budas para transformar nuestras emociones negativas en su naturaleza de sabiduría.

Kalu Rimponché escribió:
“Según otra manera de interpretar el mantra, se puede decir que la silaba OM es la esencia de la forma iluminada; MANI PADME, las cuatro silabas centrales, representan el habla de la iluminación, y la última sílaba, HUM, representa la mente de la iluminación. El cuerpo, el habla y la mente de todos los budas y Bodhisattvas son inherentes al sonido de este mantra, que purifica los oscurecimientos del cuerpo, habla y mente, y lleva a todos los seres al estado de realización. Sumado a nuestra fe y a nuestros esfuerzos de meditación y recitación, surge y se desarrolla el poder trasformador del mantra. Podemos verdaderamente purificarnos de esta manera”.

Practica Meditativa del Mantra
Reverenciar con las manos en el corazón a los budas de las cuatro direcciones de forma discreta y con gran respeto, una vez terminado tomar el rosario hindú o Japamala de 108 cuentas en nuestra mano derecha y sentarse en una postura cómoda en la cual podamos mantener la columna vertebral recta y a la vez el cuerpo relajado con los ojos entre abiertos y la mirada difusa sin fijar la vista en nada pero apuntando hacia el suelo ha un metro delante de nosotros aproximadamente, acto seguido realizar la siguiente invocación mentalmente para motivar nuestra meditación y nuestra vida a la iluminación de todos los seres.

1er. Paso - Invocación
Por el poder y la verdad de esta practica:
Que todos los seres tengan felicidad y lo que causa la felicidad;
Que todos sean libres de pena y de las causas de la pena;
Que no se separen nunca de la felicidad sagrada en la que no hay sufrimiento alguno;
Y que todos vivan en ecuanimidad, sin demasiado apego ni demasiada aversión,
Y que vivan creyendo en la igualdad de todo lo que vive.

2do. Paso - Transmisión de poder a través del Mantra
Ahora vamos a visualizar la conciencia de todos los budas de compasión como una potente luz enfrente a nosotros y pronunciar el monosílabo OM visualizando que de la luz de los budas sale un Rayo de Luz Blanca que toca nuestra frente y llena todo nuestro cuerpo, trasmitiéndonos la esencia iluminada que purifica todos nuestros canales sutiles aportándonos la bendición del cuerpo de los budas eliminándonos el karma negativo que se halla acumulado a través de acciones erróneas con nuestro cuerpo; continuamos con las cuatro sílabas MANI PADME, visualizando que de la luz de los budas sale un Rayo de Luz Rojo Rubí, que va hacia el centro de energía de la garganta y nos llena todo el cuerpo, trasmitiéndonos el habla iluminada de todos los budas, limpiando todo el karma negativo que se halla generado a través del habla; terminando el mantra con la sílaba HUM, visualizando que de la luz de los budas sale un Rayo de Luz Azul (del color del lapislázuli) y que va hacia el centro de energía del corazón e invade todo el cuerpo, que la bendición de la mente iluminada de todos los budas nos embarga limpiando el karma acumulado a través de nuestro pensamiento abriéndonos a la energía creativa que proviene de la mente iluminada de todos los budas.
Luego pasamos la primera cuenta del rosario y repetimos esta practica hasta haber pasado las 108 cuentas.

3er. Paso - Reposar en la conciencia de los Budas y dedicar los meritos así obtenidos a todos los Seres
Ahora disolvemos todo nuestro cuerpo que es pura luz en la luz de los budas que se hacen uno con nosotros en la naturaleza original pura de nuestra mente. Reconozcan que esta naturaleza es comparable al cielo infinito y libre de manchas y macula sientan su mente en su verdadera morada de la cual ustedes nunca han salido, reposen en la profunda paz de este conocimiento cuanto tiempo ustedes deseen y se sientan cómodos aprovechen al máximo esta experiencia, entonces después de algunos minutos sientan que les trasmiten a todos los seres concientes la dicha y los beneficios de esta meditación volviendo poco a poco a su conciencia ordinaria pero sin perder la certeza que son parte de un gran todo caminen junto con esa gran inmensidad que todo lo abarca, sepan que solo las limitaciones de nuestros pensamientos son los que nos hacen sentirnos solos o separados de este conocimiento. Mantengan esta actitud en el resto del día de ser parte de todo lo que los rodea a cada paso en cada momento, esta practica les permitirá alcanzar la conciencia iluminada en pocos años de vida después de grandes ciclos de ignorancia.

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