Asumir la responsabilidad significa aceptar tu vida sin culpabilidades, y comprender que todo tiene un propósito, aun cuando no siempre sea obvio.
La aceptación, vista desde aquí, no tiene nada que ver con la resignación ni con la derrota. Nada. Más bien, significa llegar a un lugar de paz, y ser capaz de decirse a uno mismo:
” Esto es lo que soy, y ésta es mi vida. Cambiaré lo que pueda cambiar, y me liberaré de lo que no pueda cambiar. Sea como sea, estoy haciendo las cosas lo mejor que sé y puedo. Y, haciendo esto como persona, estoy contribuyendo al mayor bien de todos. ya no necesito mirar a nadie para sentirme mejor. Acepto la responsabilidad de mi vida, y tomaré mis decisiones yo sól@. Y disfrutaré de los resultados de esas decisiones mientras esté aquí, en la tierra”.
Para llegar a ese lugar de paz y de responsabilidad personal tendrá que mirar en su interior, a fin de encontrar esos patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que le han estado causando tanto dolor.
Después, podrá comenzar a hacer cambios en su vida que sustenten su nueva dirección, que le abran para dejar espacio a más claridad y Luz y que le permitan vivir desde un ámbito de mayor comprensión y paz.
La vía para experimentar el mayor alivio, la mayor libertad, la mayor alegría y la mayor paz pasa por retirar la atención de encima de los demás, de los que hagan o dejen de hacer, para situarla sobre uno mismo con la intención de examinarse en profundidad. Cuando se pregunte a sí mismo:
¿Cómo he respondido yo?
¿Cual es mi parte en esta situación?
¿Por qué me impide ser amable y cariñoso?
entonces empezará a descubrir formas de curarse a sí mismo.
El proceso de autodescubrimiento y sanación está en curso. Es como una escuela sonde el aprendizaje se realiza a lo largo de todo el año; y en la medida en que esta escuela-vida continúa, las cosas fluyen y refluyen. Habrá momentos en que se sentirá en paz, feliz y libre: y habrá momentos en que se sentirá atascado en viejas ideas y comportamientos, y se sentirá como si a duras penas hiciera progreso alguno. Esos momentos son inevitables en todos los seres humanos.
En ocasiones este trabajo puede parecer abrumador, y sin embargo es una parte necesaria.
En la medida en que continúe en este sendero de responsabilidad personal, crecerá en comprensión y en amor por sí mismo y por los demás. Estas cualidades brillarán a través de usted, convirtiéndolo en un faro de Luz y de sanación para todo aquel o aquella con quien se encuentre.
Del libro de Lina Howe “Como leer los Registros Akásicos”.
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