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sábado, 14 de mayo de 2011

MENSAJEROS INVISIBLES DE LA NATURALEZA



Cuando miras un árbol no ves sólo una colección de partículas materiales, sino también un Ser de luz que es responsable de su crecimiento organizado y sistemático. Este Ser vive en total armonía con las leyes de la naturaleza y las condiciones mediambientales. El Ser árbol es capaz de comunicar todas sus necesidades a la tierra, el aire y el agua. Sabe cómo llamar y atraer a otras formas de vida- como insectos, los pájaros o las bacterias- para asistir a su propio proceso de desarrollo, y cómo transmitir información a otros árboles.
Mirar un árbol es un proceso de doble dirección. Todo tu ser ( incluidos tus pensamientos, sentimientos y emociones, así como las correspondientes sutancias
químicas producidas por tu cerebro) es literalmente " leído " por el árbol que estás mirando. Hay billones de partículas de luz danzando de un lado a otro entre tus ojos y el árbol a una frecuencia de millones de veces por segundo. Las partículas de luz recogen la información inherente al árbol, su frecuencia particular y su esencia de luz, y se las entregan a tu cuerpo a través de tus ojos, tu aura y otras partes. Cuando los diversos colores de luz que emanan del árbol entran por tus ojos, pasan por el hipotálamo, que es el cerebro del cerebro, y por la glándula pineal. Allí reciben códigos químicos específicos que ayudan a tu cuerpo a comunicar las características esenciales del árbol a todas tus células. Éstas responden a la información enviando sus impresiones de vuelta al árbol. Puede parecerte que el árbol es fuerte y sano, o incluso decir. " ¡ Qué árbol tan hermoso y de aspecto tan sabio!". Todo ello ocurre en una fracción de segundo.
Los árboles, los animales, los insectos y los humanos formamos parte de un gigantesco organismo en el que toda información es compartida e intercambiada cuando es necesario. Esta conexión en red tiene lugar en el nivel de existencia donde la energía luminosa es el factor común. Si quieres talar un árbol porque te obstruye la vista, él sabrá tu intención casi al mismo tiempo en que lo estás pensando. De forma similar, nosotros irradiamos la esencia misma de lo que somos, lo que pensamos y lo que hacemos en nuestro medio cercano y lejano. Estamos literalmente rodeados de numerosos mensajeros invisibles que informan a nuestro entorno de quiénes somos, cómo nos encontramos y qué estamos haciendo.
Todo somos "leídos" por la Tierra y especialmente por el Sol. Por increíble que pueda parecer, muy dentro de nosotros sabemos que es verdad. Para descubrir nuestra esencia y la de todo lo existente necesitamos confiar en lo que sentimos por dentro, en lugar de esperar que los científicos o los expertos nos digan qué debemos creer o dejar de creer. Esta chispa de entendimiento necesita convertirse en un poderoso rayo de sabiduría espiritual para disolver todo el pensamiento limitado que nos impide reconocer quiénes somos.
Hay un aspecto humano de nosotros de la misma manera que hay un aspecto universal de nosotros. Debemos aunar los dos aspectos del yo para poder encontrar nuestro verdadero propósito en la vida. Confiando en esa sensación de profundo conocimiento interior. Una vez que confiemos en ella, irá acompañada automáticamente de la satisfacción intelectual de comprender nuestro próposito en la vida. Por ahora, te sugiero que aceptes la posibilidad de que hay un universo sensible que lo sabe todo acerca de ti. Cuanto más te lo creas como algo cierto, más reconocerás que eres un poder importante para contribuir a elevar las vibraciones planetarias y abrir las puertas a una nueva era de paz, amor e iluminación para la humanidad y para todas las demás fornas de vida del universo.

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