El sufrimiento o la alegría que experimentan son quizás las únicas cosas que el hombre no pone en duda. Y efectivamente, uno puede dudar de lo que ve, de lo que oye, de lo que toca, pero no puede jamás dudar de lo que siente, de lo que vive; ésta es la realidad. En este sentido se puede decir que el ser humano es el dueño de la realidad, porque si decide que el Cielo habite en él, lo logrará, y cualesquiera que sean las condiciones, será el Cielo lo que sentirá."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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